Responsabilidad Social Empresarial v/s Responsabilidad Social Gubernamental. Por seremi del Trabajo y Previsión Social Biobío, Sandra Quintana

Columna de opinión de seremi del Trabajo y Previsión Social Biobío, Sandra Quintana Rodríguez, respecto al plan de Fortalecimiento Industrial, presentado por los Ministerios de Economía y Trabajo, con el fin de sobrellevar las consecuencias del cierre de Huachipato.
El pasado 16 de septiembre, el ministro de Economía, Fomento y Turismo, Nicolás Grau, junto al subsecretario del Trabajo, Giorgio Boccardo, convocaron a los principales actores de la región del Biobío en el ámbito productivo, laboral y académico, a la presentación del Plan de Fortalecimiento Industrial del Biobío.
Este es el resultado de un diálogo social tripartito de varios meses, impulsado el 2023 por 37 organizaciones sindicales y cuyo objetivo es abordar los desafíos productivos estructurales de mediano plazo de la región y, simultáneamente, las consecuencias de corto plazo del cierre de la Compañía Siderúrgica de Huachipato (CSH).
A pesar de los esfuerzos y medidas tomadas desde el Ejecutivo, la decisión de CAP de paralizar indefinidamente las operaciones de CSH no permitió la supervivencia de ella; la dejó caer y con ello a miles de trabajadores/as, habitantes de la provincia con identidad acerera que aún no comprenden esta falta de responsabilidad social de una empresa emblemática para la región y el país.
A partir de una falta de compromiso social y económica por parte del holding CAP, el Gobierno a través de los Ministerios de Economía y Trabajo, estaremos apoyando a las y los trabajadores que quedaron y quedarán sin su fuente laboral.
Es por ello que, desde el Ministerio del Trabajo y Previsión Social, se apoyará a las empresas proveedoras de Huachipato con subsidios, capacitación y certificación, de tal manera de brindar un empuje en medio de esta compleja situación.
Las consecuencias de esta decisión de cierre nos desafían, entonces, como Gobierno y Estado a responderle como es debido a la región y al país, con el cumplimiento cabal de un Plan de Fortalecimiento Industrial que, mediante sus 5 ejes estratégicos y 32 medidas, busca en lo inmediato disminuir el impacto laboral y productivo del cierre de CSH y, en el corto y mediano plazo, revertir el declive que ha experimentado por décadas la industria manufacturera en la región.
La solidaridad es clave en este momento. Es fundamental que todos los actores involucrados, desde las empresas hasta la comunidad, trabajemos juntos. Solo así podremos transformar esta crisis en una oportunidad de cambio y crecimiento.
El cierre de la Siderúrgica Huachipato no debe transformarse en una crisis irreparable, sino que en el comienzo de una nueva etapa. Hay que unir fuerzas y así construir un futuro más resiliente y próspero para nuestra región.

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